Él le dijo "¡Terminamos!" en su mente con la mirada sin siquiera pronunciar o voltear.
Ella pudo sentir su fría despedida en un arrebato caliente de enojo o quizás decepción.
-Estoy harto de esta realidad dónde todo gira alrededor del dinero.- Fue en realidad lo que dijo de manera literal antes de partir fastidiado con hastío el lugar.
-¿Y qué quieres hacer? ¿Irte a vivir a un bosque?- Le respondió ella con ironía sin saber que quizás su respuesta lo alejaría de verdad.
-¡Sí! ¡Precisamente eso! ¡Detesto la ciudad! ¡Quiero irme a vivir a un bosque solo lejos de la ciudad! -Dijo mientras se le iluminaban con chispas los ojos como una fogata recién prendida.
-¡Oh! ¿Estás hablando en serio?- preguntó con asombro sabiendo que ella sería incapaz de hacer lo mismo.
-¿Tú no te irías?- No, verdad... Siempre que es de ti yo fluyo contigo pero tú nunca haces lo mismo conmigo. -Le respondió irritado al saber ya su respuesta.
Así que guardó silencio sabiendo que no podía ocultar lo evidente ya que ella era una chica urbana que había crecido entre plazas.
A lo que él replicó, -Tú sabes que cuando te digo las cosas lo hago sin afán de ofender. Creo que nunca te he ofendido con todo lo que te he dicho.-
Ella no pudo evitar recordar todas las veces anteriores dónde todo parecía indicar que se iría de su lado así que prefirió morderse los labios pero se le salió una frase quizás punzante sin intensión de ataque, -Ajá y luego?-
No hizo falta más para que esto acabara con la conversación entre ambos. -AJÁ Y LUEGO?- Respondió él herido o indignado. -Me voy!- Finalizó tomando sus cosas dando media vuelta sin mirar atrás.
Ella no podía creer lo que había pasado. -¿Debería haberlo detenido? Pero es que acaso, ¿Se habría detenido de hacerlo?
Deseaba que no fuera una despedida en serio, así que le marcó al móvil pero él no contestó. Después decidió enviarle un mensaje de texto pero su breve conversación tampoco tuvo éxito y al parecer él ya no quería hablar.
Entonces ella comenzó desesperadamente a lanzar indirectas ciberneticas las cuáles parecían no dar resultado y justo al mismo tiempo que decidió escribir esto, él le publicó algo semejante.
Dolida y confusa no sabía que contestarle, ¿Cuál sería la respuesta perfecta?
Pero como lo perfecto no existe, sabía que no existía respuesta.
-¡Lo siento! ¡No quise ofenderte! Sí lo hice, en todo caso quiero sepas que realmente no fue mi intención.- Escribió sonando tan cliché como todas las demás personas que han herido sin querer alguna vez y quizás muchas de las cuáles no han sido perdonadas todavía.
-"¡Terminamos!"- pensó él nuevamente sin cambiar de mente.
-"¡Gracias!"- Respondió ella lo más efusivamente en su mente.
-¿Gracias? ¿Cómo que "gracias"?- -¿No me has entendido? -¿Qué acaso no me has escuchado lo que te he dicho? -"¡Terminamos!"- Repitió él nuevamente.
-"¡Sí que te he escuchado." Pero tú no me has entendido, "Gracias por todo profundamente. Gracias por cada momento, cada detalle, cada tiempo, cada experiencia, cada destello de tu ser porque al fin tengo recuerdos y sé que se siente que te quieran realmente. Jamás había sido correspondida.-
Él no parecía nada convencido con todo lo que había dicho. Fue ahí cuando ella se dio cuenta de que nada lograría. Sin embargo se fue a dormir con satisfacción esa noche ya que sabía que si lo había intentado aunque no le creyeran.
-Quizás debería callar porque después de todo, el mundo siempre mira desde su punto de percepción.
-"Pero en serio, gracias."- Repitió ella nuevamente.
Entonces como quizás nunca encuentre la respuesta correcta sabía que tenía que continuar su vida aunque quizás tuviera que pasar de página sin olvidar lo que había aprendido del capítulo.
